1. Los errores son tus mejores profesores:
Tal y como dice Mark Suster, emprendedor e inversionista detrás de Both Sides of the Table, la cualidad más importante de los negocios exitosos es “la habilidad para identificar los errores, corregirlos rápidamente y nunca más volver a cometerlos”.
Por supuesto que es importante conocer e identificar los errores de otros emprendedores exitosos, pero son los que tú cometes los que te dejarán la mayor lección.
Una de las razones por las cual fracasan muchos emprendedores se debe a que no se toman el tiempo de sacar el máximo provecho y aprendizaje de las malas decisiones y equivocaciones.
Si no tienes una mentalidad de crecimiento difícilmente construirás negocios exitosos. Así que aprovecha la oportunidad que te está brindando la vida con cada nuevo error y pregúntate qué es lo que debes aprender de esa situación.
2. No te enfoques en la competencia:
En mercados tan competitivos, es muy fácil enfocarse en cómo ganarle a tus competidores o cómo no perderlos de vista.
Y si bien esto es importante, no puedes dejar pasar aquellas cosas que son importantes para ti y que piensas que pueden cambiar el mercado.
Puede que tus ideas cambien la manera como funciona el mercado, y los competidores tendrán que ajustarse a ellas. ¿Por qué no?.
Por supuesto que tienes que saber qué están haciendo tus competidores, pero en vez de estar pareciéndose a ellos, enfócate en tu público y seguidores e identifica qué es lo que ellos más valoran.
3. Enfrenta tus problemas personales:
Tu vida personal y profesional están íntimamente conectadas; si tienes muchos problemas personales en tu vida, será difícil que puedas dedicarte al 100% en tu proyecto.
Para comenzar te sugiero que te hagas estas preguntas personales para conocerte mejor.
Antes de pensar en construir un negocio exitoso, primero enfrenta y asume tus problemas personales. Solo cuando logras tener una plenitud personal y te conoces lo suficiente podrás emprender ese proyecto que cambie tu vida.
4. No permitas que la rutina mate tu entusiasmo:
Muchas ideas de negocio comienzan con mucho entusiasmo y esperanza, pero luego de enfrentarse a la rutina y las dificultades obvias del proceso, muchas de ellas terminan siendo abandonadas.
Sin importar cuál sea tu idea de negocio; bien sea emprender una empresa desde cero o apostarle a una franquicia, debes estar dispuesto a vencer la rutina, las dificultades y tus temores; una manera de hacerlo es centrándote en tus objetivos y los sueños que quieres lograr.
5. Deja de postergar las decisiones importantes:
Los negocios exitosos se basan en la velocidad; si tú no identificas y no ejecutas tus ideas, alguien más vendrá y las hará realidad.
Por esto y más, postergar no está permitido en el mundo del emprendimiento; tú necesitas avanzar y enfocarte en las cosas importantes, dejando pasar aquellas que te impiden avanzar y que no te aportan valor.
La cuestión es que un negocio exitoso exige que su dueño tome decisiones arriesgadas, se equivoque, aprenda, rompa su zona de confort, itere, pruebe nuevas ideas, procesos, cambie, en fin… requiere que no deje de avanzar.
6. Resolver problemas concretos:
Una de las maneras más sencillas de explicar en qué consiste un negocio exitoso es que este resuelve un problema concreto.
A muchos emprendedores les falta sencillez y sentido común a la hora de crear nuevos negocios. Con esto me refiero a que buscan oportunidades de negocio donde no las hay, se pasan haciendo lluvia de ideas para encontrar problemas que no existen.
7. Te debe apasionar lo que estás haciendo:
Como podrás haberte dado cuenta crear negocios exitosos requiere de muchas variables. Debes resolver problemas, asumir riesgos e incomodarte en algunos casos. Todo esto solo tendrá sentido si te apasiona lo que estás haciendo.
Más que preguntarte cómo construir un negocio exitoso, más bien cuestiónate si tu negocio está contribuyendo con tu propósito de vida.
Los negocios exitosos no solo son aquellos que generan una buena fuente de ingresos, sino aquellos que cumplen con un propósito, que sirven a su comunidad, a sus dueños, clientes y otros agentes.